lunes, 10 de noviembre de 2008

Pro-vida y violencia

En Uruguay se está por aprobar una ley de salud reproductiva que despenaliza el aborto. Ya cuenta con media sanción del Senado y acaba de ser aprobado en Diputados aunque con modificaciones, lo que implica su vuelta al Senado para que apruebe o desapruebe la modificación.

Esta decisión trajo más de una reacción que vale la pena analizar.

Un dato atemorizante: la sesión se vio interrumpida por amenazas de bomba que obligaron a desalojar el recinto. Lo curioso del acontecimiento, es que las amenazas son promovidas por un grupo católico autodenominado “Pro-vida” que registra a nivel mundial una serie de atentados y asesinatos de personas en nombre de la preservación de la vida. Sólo en EEUU, entre 1994 y 1998 hubo siete personas asesinadas que trabajaban en la industria del aborto. Siete. Los asesinos de estas siete personas se auto-declaraban antiabortistas o decían ser "Pro-vida".

Los “Pro-vida” representan al lado más radical de la Iglesia Católica en su lucha contra el aborto. Pero no toda la Iglesia está de acuerdo con ellos, y de hecho dentro de la Iglesia Católica, hay grupos que en la actualidad defienden el aborto durante el primer trimestre y han hecho notar que en algún momento la Iglesia aceptó la idea aristotélica de que el alma no entra al cuerpo hasta después de 40 - 80 días de la concepción (Santo Tomás de Aquino ratificó esta idea). No siempre se precisó que el alma comienza desde la concepción. Por esto, algunos católicos argumentan que la posición de la Iglesia Católica podría cambiar para tomar en cuenta las necesidades y preocupaciones de los grupos Pro-Elección (a favor de la legalización del aborto voluntario). Además, con excepción de la Iglesia Católica, la mayoría de Iglesias que tienen la posición Pro-Vida, aceptan el aborto en casos excepcionales como cuando la vida de la madre esta en riesgo de muerte.

La Iglesia Uruguaya dejó sentado, sin embargo, que no pertenece a este último grupo de opinión. La Conferencia Episcopal de Uruguay (CEU) en un comunicado avaló la advertencia que el domingo pasado lanzó el arzobispo de Montevideo, monseñor Nicolás Cotugno, acerca de que quien votara a favor de esa ley sería excomulgado "ipso facto". Desde la CEU señalaron que "En relación a los fieles católicos que promueven y/o votan una ley favorecedora del aborto, les recordamos que quien actúa así rompe el vínculo que lo une a Cristo con la Iglesia. Mientras no cambie su posición queda impedido de acercarse a la Comunión eucarística (Código de Derecho Canónico, cánones 1341 y 1398)".

Los dos Pro:

Pocos temas dividen más a la sociedad que el tema del aborto. Esto lógicamente es manipulado por quienes tienen una férrea posición tomada, con discursos elocuentes, argumentos basados en definiciones arbitrarias o francamente irracionales. Como en toda disputa, están los extremistas y los moderados, tanto en la defensa de sus ideales como en la agresión hacia los otros.

En los grupos Pro-Vida hay extremos que están en desacuerdo no sólo con el aborto sino con todo tipo de método anticonceptivo que no sea el método natural o del ritmo. En el extremo de los grupos Pro-Elección hay personas que consideran el aborto como un método de planificación familiar. En el intermedio de estos dos extremos, hay acuerdo en que los métodos anticonceptivos modernos y la educación sexual son indispensables para disminuir el aborto, y que este puede ser aceptado en circunstancias extremas.

Como observarán, aquí hay mucho margen para debatir, si es que los grupos radicalizados permiten la discusión racional del tema. Pero los hechos ocurridos en Uruguay muestran la intolerancia al respecto. Por eso cabe preguntarse: ¿Es la defensa de la vida lo que impulsa realmente al grupo “Pro-vida” y a la CEU en sus declaraciones? ¿O simplemente intentan mantener su status quo? ¿Es lícito amenazar o incluso matar en nombre de la vida?

Aunque no parezca, ambos grupos pregonan la importancia de la vida. Habrá que revisar un poco más nuestros conceptos acerca de la vida y de la dignidad humana, y quitarnos prejuicios y verdades históricas de encima, si es que queremos dialogar racionalmente al respecto. ¿Será eso posible?

Oscar Zúccolo
PD. El jueves 13 de noviembre el presidente Tabaré Vazquez vetó la ley promulgada por el Congreso Nacional. Más información en http://www.lanacion.com.py/noticias_um-213241.html

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